jueves, 28 de noviembre de 2019

Día 12







Adoro poder hablar de todo y nada contigo.

Adoro que seas comprensivo conmigo, e incluso es algo tan bonito que parte de mí no se lo cree. Sé que puedo ser igualmente comprensivo contigo, pero tú te conduces de forma más reservada con tus cosas. Eso logra dos reacciones en mí: quiero saber sobre todas esas cosas, y aprecio todavía más cuando me cuentas algo de lo que te preocupa, o cualquier cosa que pueda considerarse OFF. La oportunidad de poder estar ahí para ti es algo que siempre agradeceré.

Tengo miedo de acostumbrarme mucho a eso, ¿sabes? A no ser juzgado. Tú no lo haces, y me asusta, porque pienso que tal vez te guardas pensamientos u opiniones para no lastimarme. Y luego echo esos pensares de mi cabeza, porque no me suman.

Como fuere, esas características tuyas hacen que disfrute tu compañía. Puedo confiarte cualquier cosa y sé que si no te agrada al menos me dejarás explicarme antes de llegar a conclusiones, porque tú eres así. Es por eso y muchas cosas más que soy un bobo contigo. No puedo evitar preocuparme por ti, ni querer darte todo. Ver por ti primero se me da de una forma natural. No pretendo que sea así para obtener algo ni nada, solo me nace.

Te amo, y amo que hayas logrado que me nazca.

Día doce de treinta, tachado.

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