sábado, 30 de noviembre de 2019
Día 14
Nunca me canso de ti. A veces siento que sobra decirlo, y a veces siento que nunca es suficiente. A veces siento que debería advertirte para que huyas y otras veces quiero callarme y solo disfrutar de esto. Me gustas especialmente porque no me tienes miedo, nunca lo tuviste, y yo podía sentir eso. A veces eras tímido, como yo mismo lo era, pero nunca había miedo.
Creo que fue una de las cosas que más me atrajeron de ti.
Y ahora, una vez más, te acercas a mí haciendo trizas cualquier argumento que pueda ofrecer. Habrá ratos así a veces, ¿sabes? En los que me pondré un poco pesimista, porque mi temor a lastimarte aparecerá. En esos momentos solo enamórame una vez más. Ya lo hiciste una vez, ya lo hiciste esta noche, lo haces todos los días. Sígueme enamorando cada día de nuestras vidas.
Sígueme contagiando tu fe, esa fe que hace que te ame tanto. Día catorce de treinta, tachado.
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