miércoles, 4 de diciembre de 2019

Día 18







¿Sabes cuánto agradezco el haber programado las entradas de este blog a la medianoche? Ahdkfk. Es que, en serio, si no hubiera anticipado eso habría perdido la entrada de esta madrugada. Tal vez estoy pecando de perfeccionista, pero soy quiquilloso con esto, sobre todo si es algo que te voy a obsequiar.

Así pues, editando esta nota puedo decir que me tomó por sorpresa el corte de luz anoche, y que me apenó que se diera precisamente en ese momento, porque vamos, ¡te estaba llenando de mimos! Fue injusto(?).

Dejando de lado mi protesta a las compañías eléctricas, quiero dejarte saber lo mucho que me encantó poder hacer eso: dejar que te acostaras en mi regazo y prodigarte caricias infinitas. Cuando tú lo haces conmigo estoy en el paraíso, y tú debes descubrir cómo se siente. De verdad consigo olvidar todo cuando me das ese tipo de cariño.

Siento que me repito a mí mismo hasta caer en la redundancia, pero no me canso de resaltar la capacidad que tienes de calmar mis emociones. Tal vez sea que no las censuras y solo las dejas ser. Quiero hacer lo mismo contigo, dejar lo que sientas ser y que estés seguro de que, ante cualquier problema, estaré ahí. Para ti.

Te amo. Día dieciocho de treinta, tachado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario