jueves, 5 de diciembre de 2019

Día 19







Hoy hiciste una de las cosas más bellas, musa. Lograste recrear nuestro baile. Sí, ese baile de San Valentín. Fue hermoso, ¿sabes? De golpe, todos los recuerdos llegaron a mí.

Todavía tengo mis notas, esas con las que te pedí que fueras mi novio. ¡Recuerdo que tenía tanto miedo! Al rechazo, a que me dijeras que no o que simplemente me aceptaras por compromiso. Es lo arriesgado de hacer algo en público, pero quise asumir aquel riesgo porque tú lo valías.

Todavía lo vales.

Dream and endless. Sueña, y sin final. Así me siento yo cuando te sostengo entre mis brazos y nos movemos al compás de una canción. Siento que sueño sin final. Normalmente solo sueño, pero a veces ese sueño se vuelve de un matiz real, y cada roce desata un cataclismo de emociones en mi interior.

El que me pusiera a releer nuestra primera nota también contribuyó mucho a eso. Ah, esos tiempos en que todo este amor era algo nuevo, algo incierto. Me gusta que ya no sea incierto, y con esto no me refiero a que el camino será fácil. Sé muy bien que será difícil, pero me siento con mucha más libertad para amarte como mereces ser amado.

Gracias por ayudarme a soñar sin final. Te amo. Día ¡diecinueve! de treinta, tachado.

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