viernes, 6 de diciembre de 2019

Día 20







Tú eres demasiado para mi autocontrol. Y sí, vengo a escribir una nota entera sobre lo mucho que te deseo, porque eres el ser más sexy sobre la faz de la tierra.

En primer lugar, no pensé que retomarías el rol de Plato. ¡Me sorprendí! Y luego me dio un ataque de taldos agdjk. Como sea, a veces siento que me pongo muy intenso con todo lo que tiene que ver con... tigo. También tengo miedo de espantarte con mis depravaciones, y es que hay cantidad de cosas que contengo en ese sentido porque creo que algunas cosas hay que abordarlas con cierta delicadeza, cierto respeto.

Y sin faltar a ello, cómo me encanta hacerte el amor.

El mero hecho de oírte gemir, la posibilidad de explorar cada una de tus reacciones ante ciertos estímulos sensuales, el subyugarte o ser subyugado por tus provocaciones, los juegos de rol, los juguetes sexuales, el cross dressing, todos tus kinky wishes, tu sangre... Tú. Cuando siento que puedo llevarte al límite de lo que deseas, ahí es cuando alcanzo la cúspide del placer. De mi placer.

Me gusta cuando encuentro el éxtasis a través de tu éxtasis, porque es como si no solo te hiciera el amor, sino como si el mismo amor nos hiciera a nosotros.

Déjame estar así contigo muchas veces más. Déjame reclamarte como mío proclamándome tuyo. Siempre. Te amo con todo de mí, desde mi carne hasta mi alma. Día veinte. Por fin, y mira, estoy tan embobado por nuestra intimidad en Plato que hasta me olvidé de mencionar eso, estoy mal, M A L.

Te amo con locura. Te anhelo con locura.

Día veinte de treinta, tachado.

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