Anoche tuvimos la mejor cita de la vida.
De acuerdo, no. Todas nuestras citas son las mejores citas de la vida...
Pero sabes a qué me refiero. Fue sensacional poder ver Ballerina contigo, y luego Hi, my sweetheart. Y lo mejor de todo: ¡El vídeo de tu pataleta! Ah, creo que eso fue lo más épico de la noche/madrugada. Gracias por momentos así, en que podemos quedarnos por horas en el sofá, y solamente disfrutar de la compañía del otro.
Estoy muy emocionado porque falta una semana para que se termine este caótico mes. Y entonces podré decirte... Han sido tres semanas de correr de aquí para allá, buscando tener al día todas las entradas del blog, todas las fotos a medida, etc, etc. Son cosas normales, pero que para este despistado ser requieren un esfuerzo adicional(?).
¡Imagíname estando al pendiente cada día del bendito blog! JAJAJA. Me gustó hacerlo. Y me gusta, porque me detengo a pensar en tu reacción cuando lo veas y... ay, me desmayaré ahí mismo. Me cuestiono si debería dártelo el día veintinueve, o si debería dártelo la madrugada del treinta, así tienes todo el día para leerlo y por la noche llegas a la última entrada... Y te entregaría tu obsequio.
Estoy nervioso.
AH, debo dejar de escribir ya, o terminaré delatándome a mí mismo. Te amo, espera tu regalo con ansias, musa. Día veintitrés de treinta, tachado.
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